En el caso de nosotras las mujeres tenemos que salir a trabajar todos los días para aportar el 50% de los gastos del hogar (las que son casadas), debemos aguantar los terribles dolores del periodo cada mes, quedamos embarazadas y aparte de los nueve meses que llevamos a un ser dentro de nosotras también aguantamos los primeros tres meses de ¨malestares¨ (nos ponemos gordas, narizonas y nos hinchamos), tenemos que estar siempre pendientes de lo que comemos para no engordar, es casi una ¨obligación¨ cocinar para la familia en especial para los esposos porque si no nos dejan por desatentas, por último y no menos importante debemos siempre estar impecables para mantener la atracción de nuestras parejas.
Las mujeres somos capaces de amar y perdonar, de vivir sin rencores y de ser madres ejemplares pero necesitamos de la fueza y ánimo de los hombres, del amor y la compresión de ellos y de la unión de ambos para formar una familia felíz.
En fin, he aprendido que las mujeres de hoy en día somos modernas y originales a la hora de sobrellevar todas las responsabilidades y las aflicciones que nos ha tocado vivir mientras que algunos hombres (no todos porque siempre hay ecepciones) se quejan sin motivos y no aprecian la gracias de haber nacido hombres y de amar a la mujer y volverse uno.
No importan los dolores, las adversidades y los fracasos porque si tuviera la oportunidad de nacer otra vez, pediría ser mujer nuevamente.
2 comentarios:
Ay cuñada si yo pudiera elegir sería hombre, se sufre menos y todo es taaan sencillo
jejejeje yo en cambio seguiría siendo mujer porque hay emociones que los hombres nunca van a experimentar y que valen la pena vivirlas!
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