jueves, 8 de octubre de 2009

Cuando una estrella se apaga.

Hace unos días conversaba con mi amiga Ana y recuerdo que hablabamos hechos que marcaron su infancia y su vida para siempre porque vivió la pérdida de dos de las columnas de su vida a muy corta edad, dialogabamos sobre la forma en la que sucedieron las cosas y ella me narraba lo siguiente:

Yo solo tenía 5 años de edad y recuerdo perfectamente que era la noche del 7 de Octubre y como todas las noches yo dormía con mi abuela que era como mi madre, hicimos la oración que siempre acostubrabamos a hacer antes de ir a la cama y nos acostamos a dormir, en esa madrugada yo no podía dormir y mientras observaba a mi amada abuela levantarse de la cama un poco angustiada y ya pasaban de las 4 de la madrugada del 8 de Octubre, recapitulo que mi abuela se dirigió a la habitación donde dormían sus hijos, les dijo algo que yo no pude escuchar y luego volvió a nuestra habitación, se acercó a mi y me dió un beso, se puso su biblia en el pecho y cerró los ojos, luego llegaron mis tios y vi como le daban los primeros auxilios (pero era muy pequeña y no entendía lo que sucedía) mientras miraba la paz con la que mi abuelita se habia ido al cielo. Al día siguiente lloré y seguía sin entender por qué mi abuela no estaba a mi lado.

Pasó un mes y mi madre tomó la decisión de llevarme con ella para la ciudad pero mi papi se iba a quedar hasta que ambos se estabilizaran, recuerdo que era un 8 de noviembre (se cumplía justo un mes de la muerte de mi adorada abuela), mi padre fué a despedirse de mí, me dió un beso y un abrazo (el abrazo mas fuerte y cargado de amor que en mi vida he recibido) era como una despedida para siempre y lamentablemente así fué, al día siguiente mi papi tuvo un accidente de motor y todos los golpes fueron en la cabeza e instantáneamente entró en estado de coma, a mi madre y a mi nos llamaron pero cuando llegamos al hospital de la provincia le dieron la trágica noticia a mi madre (el joven de 27 años que trajeron en la tarde murió hace unas horas y vi cuando mami caia al suelo sin consuelo) no entendía lo que pasaba pero al llegar a la casa de mi papi lo vi ahí postrado en una caja sin poderme mirar y darme el beso y el abrazo acostumbrado y entendí que al igual que mi abuela se habia ido al cielo.

Mami y yo nos quedamos practicamente solas en ésta vida pero a pesar de todo agradezco a Dios que me regaló unos tios maravillosos y que me permitió disfrutar de todo el amor que mi abuela y mi papi me regalaron y hasta el sol de hoy (recuerdo sus rostros y sus besos con mucho cariño como si aún estuvieran a mi lado), el amor, el afecto y la ternura que ellos me brindaron siguen intactos en mi corazón porque sé que ahí es donde habitan ellos.

Con lágrimas en mis ojos pero con alegría a la vez me atrevo a escribir parte de mi vida porque me enorgullece la niñez que tuve y las personas que en ella jugaron un papel importante para que yo sea la mujer que soy hoy en día...Si Ana soy yo Desirée De Jesús.


Un amor infinito.

El amor más puro y verdadero, inmenso como el universo, bello y perfecto como la coordinación de las olas del mar, un amor que da luz a tu vida como la salida del sol al amanecer.

El amor de madre es inigualable, intenso, perfecto y desde el momento de ser concebido te inspira admiración por el gran acontecimiento de ser una parte de tu cuerpo, es un amor que lo perdona todo y que nunca se agota.

Para mi el significado del amor se deriva de ese sentimiento tan hermoso e infinito que siente una mujer al ver su hijo nacer. Es darle un giro a tu vida para hacer de tu retoño un ser digno de respeto orientado por el amor de Dios. Es la esencia más palpable de que el altísimo existe y se encuentra en cada uno de nosotros.