
Yo solo tenía 5 años de edad y recuerdo perfectamente que era la noche del 7 de Octubre y como todas las noches yo dormía con mi abuela que era como mi madre, hicimos la oración que siempre acostubrabamos a hacer antes de ir a la cama y nos acostamos a dormir, en esa madrugada yo no podía dormir y mientras observaba a mi amada abuela levantarse de la cama un poco angustiada y ya pasaban de las 4 de la madrugada del 8 de Octubre, recapitulo que mi abuela se dirigió a la habitación donde dormían sus hijos, les dijo algo que yo no pude escuchar y luego volvió a nuestra habitación, se acercó a mi y me dió un beso, se puso su biblia en el pecho y cerró los ojos, luego llegaron mis tios y vi como le daban los primeros auxilios (pero era muy pequeña y no entendía lo que sucedía) mientras miraba la paz con la que mi abuelita se habia ido al cielo. Al día siguiente lloré y seguía sin entender por qué mi abuela no estaba a mi lado.
Pasó un mes y mi madre tomó la decisión de llevarme con ella para la ciudad pero mi papi se iba a quedar hasta que ambos se estabilizaran, recuerdo que era un 8 de noviembre (se cumplía justo un mes de la muerte de mi adorada abuela), mi padre fué a despedirse de mí, me dió un beso y un abrazo (el abrazo mas fuerte y cargado de amor que en mi vida he recibido) era como una despedida para siempre y lamentablemente así fué, al día siguiente mi papi tuvo un accidente de motor y todos los golpes fueron en la cabeza e instantáneamente entró en estado de coma, a mi madre y a mi nos llamaron pero cuando llegamos al hospital de la provincia le dieron la trágica noticia a mi madre (el joven de 27 años que trajeron en la tarde murió hace unas horas y vi cuando mami caia al suelo sin consuelo) no entendía lo que pasaba pero al llegar a la casa de mi papi lo vi ahí postrado en una caja sin poderme mirar y darme el beso y el abrazo acostumbrado y entendí que al igual que mi abuela se habia ido al cielo.
Mami y yo nos quedamos practicamente solas en ésta vida pero a pesar de todo agradezco a Dios que me regaló unos tios maravillosos y que me permitió disfrutar de todo el amor que mi abuela y mi papi me regalaron y hasta el sol de hoy (recuerdo sus rostros y sus besos con mucho cariño como si aún estuvieran a mi lado), el amor, el afecto y la ternura que ellos me brindaron siguen intactos en mi corazón porque sé que ahí es donde habitan ellos.
Con lágrimas en mis ojos pero con alegría a la vez me atrevo a escribir parte de mi vida porque me enorgullece la niñez que tuve y las personas que en ella jugaron un papel importante para que yo sea la mujer que soy hoy en día...Si Ana soy yo Desirée De Jesús.