miércoles, 28 de octubre de 2009

¨Orgullosa de ser mujer¨.

La mayoría del tiempo escucho a los hombres quejarse de las labores que le correspoden con como tal, pero algunos de ellos no se detienen a observar los pro y los contras de cada una de las partes ya que tanto el hombre como la mujer son el complemento el uno del otro.

En el caso de nosotras las mujeres tenemos que salir a trabajar todos los días para aportar el 50% de los gastos del hogar (las que son casadas), debemos aguantar los terribles dolores del periodo cada mes, quedamos embarazadas y aparte de los nueve meses que llevamos a un ser dentro de nosotras también aguantamos los primeros tres meses de ¨malestares¨ (nos ponemos gordas, narizonas y nos hinchamos), tenemos que estar siempre pendientes de lo que comemos para no engordar, es casi una ¨obligación¨ cocinar para la familia en especial para los esposos porque si no nos dejan por desatentas, por último y no menos importante debemos siempre estar impecables para mantener la atracción de nuestras parejas.

Las mujeres somos capaces de amar y perdonar, de vivir sin rencores y de ser madres ejemplares pero necesitamos de la fueza y ánimo de los hombres, del amor y la compresión de ellos y de la unión de ambos para formar una familia felíz.

En fin, he aprendido que las mujeres de hoy en día somos modernas y originales a la hora de sobrellevar todas las responsabilidades y las aflicciones que nos ha tocado vivir mientras que algunos hombres (no todos porque siempre hay ecepciones) se quejan sin motivos y no aprecian la gracias de haber nacido hombres y de amar a la mujer y volverse uno.
No importan los dolores, las adversidades y los fracasos porque si tuviera la oportunidad de nacer otra vez, pediría ser mujer nuevamente.