martes, 6 de octubre de 2009

Hazañas de un motoconchista y su pasajero.

A diario vemos en las calles de nuestro país un gran número de motores que le sirven a sus dueños como medio de transporte hacia sus lugares de trabajo y a la vez observamos la gran cantidad de personas que viven y llevan el sustento a sus hogares dedicandose al digno trabajo de ¨motoconchistas¨.

Aquí les hago un recuento de algunas hazañas que ponen en riesgo la vida y la salud de quienes los conducen y a la vez del pasajero:

Sales de tu casa y no hay ruta de carros para llegar a tu trabajo, pues obligatoriamente te diriges a la parada de motoconchos y ubicas al que te parezca una persona seria y responsable por la cara que ponga (si tiene la cara de gente seria o si tiene la cara de sin verguenza), te montas con el que tiene la cara de gente seria (pero resulta que en realidad tenia la cara asi porque estaba aburrido y cansado de lo mismo de todos lo días), gran error, el tipo arranca y lo primero que hace es medio calibrar la goma de alante y cuando le reclamas dice que fue el motor que tiene problemas, luego van todo el camino rapidisimo como si cientos de pasajeros lo estuvieran esperando, hace rebases sin pensar en su vida y la del pasajero que lleva detrás, pasa el semáforo en rojo como si estuviera en verde sin importar la gravedad del asunto (y como si fuera poco tenemos que escuchar los insultos de los demás choferes que transitan por las calles debido a las imprudencias cometidas por ese individuo), se suben en las aceras para evitar el tapón de los carros y cuando le llamas la atención por todas esas irresponsabilidades lo que hace es que se molesta y acelera aún más para salir de ti lo más rápido posible, cuando por fin llegas a tu destino y le preguntas, cuánto es? te dicen casi el mismo monto que un taxista (respiras profundo y para evitar problemas le pagas y te juras a ti mismo no volver a montarte en un aparato de esos nunca más).

Algunos de éstos individuos que se dedican a la digna labor de motoristas deberían tomar conciencia de que en sus manos llevan las vidas de cientos de personas que a diario necesitan de sus servicios y ser más prudentes y resposables a la hora de conducir.